jueves, 16 de abril de 2015

Colombre y el cine.




Pues va y nace en Triana un espacio cultural que se llama Colombre. Muy chiquitito, pero para qué más. Si lo de la cultura es para tomarlo a buchitos o a chupitos, como el guisquicillo de extranjis de la tarde que ya nos va pillando… Y en ese reducido, íntimo, amable y que invita a todo, el cine guarda un espacio importante.
El 9 de abril se reunieron para hablar de “Un mundo mejor” de Susanne Bier, una película de Dinamarca del año 2010, además con el valor añadido del VOS. Bueno, Como cuando íbamos al cine Trajano a la Sala de Arte y Ensayo, allá por los años 60…
El viernes 10 de abril cambiaron el tercio y se dedicaron a la narración oral de cuenteros sevillanos. ¡Bien!
Pero el jueves 16 de abril volvieron al cine. “Dublineses”, del gran John Huston, película inglesa de 1987. Y después la tertulia. Esto, en mis tiempos, se llamaba “cine-club”. Y ya está.
Y el martes, 28 de abril, se atreven a proyectar una película que se titula “El Disc-Jockey”, dirigida por quien les escribe estas líneas. Yo estaré allí presente en la proyección para recibir los rapapolvos que sean necesarios. La película, realizada en 1975, año importante en la Historia de España, refleja la influencia que un hombre ejerce sobre una juventud que, sin saberlo, se abre al futuro a través de la cultura musical. Es el comenta discos. Pero él, también sufre como persona y como profesional, las presiones de las multinacionales.
La Película está en posesión de los premios a mejor guión (Juan Teba), mejor interpretación (Luis Baquero) y premios a mejor película y mejor dirección en festivales de Olot, Murcia y Sevilla. (Un servidor).

Sevillanas solidarias




En la Fundación Cajasol, se ha presentado el disco ‘Que vivan las sevillanas’, un CD de los Cantores de Híspalis que, con la colaboración de Caléndulas y la Banda Sinfónica del Liceo de Música de Moguer, han editado gracias al apoyo de la Fundación Cajasol para una buena causa como es colaborar con el proyecto ‘Sin ir más lejos’, de la Fundación Prodean, que pretende cubrir las necesidades de los más cercanos de la ciudad de Sevilla.

El acto de presentación contó con la participación de Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, Gregorio Serrano, Delegado de  Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo, Manuel Marvinzón, director musical, Juani Calceteiro integrante de los Cantores, y Felisa Castellanos, de la Fundación Prodean, así como numerosos rostros conocidos para apoya esta iniciativa.

“Para la Fundación Cajasol editar este disco de sevillanas en plena primavera supone un compromiso con la tradición más importante de la historia de la música de Sevilla. ‘Que vivan las sevillanas’ es un trabajo maravillosamente interpretado y producido, la obra culmen de las Sevillanas”, ha asegurado Antonio Pulido.

El presidente de la Fundación Cajasol ha recordado que “todo lo recaudado será a beneficio de Prodean, asociación que destinará los fondos a fomentar el voluntariado social y mantener el compromiso de facilitarles la formación a los más necesitados para que puedan desarrollar con competencia su trabajo, impulsar la educación y la formación profesional, favorecer la promoción de la mujer y defender sus derechos, sensibilizar a los ciudadanos de la situación y de la cultura de países empobrecidos y conseguir que se logre una actitud comprometida que promueva acciones de colaboración para favorecer el desarrollo”.

La Delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla también ha respaldado un proyecto que el año pasado tuvo su versión con la otra gran fiesta de Sevilla: la Semana Santa. Gregorio Serrano aseguró ayer en la presentación que durante la Feria de Abril se repartirán en las casetas los ejemplares de un álbum que promete evocar el pasado de las sevillanas para disfrutar y comprender el presente de una Feria de Abril para la que, por cierto, solo faltan cinco días.

El disco ‘Que vivan las sevillanas’ recoge un total de 52 sevillanas antiguas del siglo XVIII, XIX y XX, y se podrá adquirir por un precio simbólico de 5€, que irá destinado íntegramente a esta buena causa. Entre otros, Sin ir más lejos se ocupa de los niños de Torreblanca, de las familias en situación precaria a las que proporciona alimentos básicos y ropa, de los mayores del Pozo Santo, de los niños en Los Pajaritos, de las personas con discapacidad de la Residencia Santa Ana, de los mayores que viven en soledad a los que ofrece compañía y apoyo, y de las familias de los niños del Hospital Infantil Virgen del Rocío.

Guía digital de la Torre del Oro




El martes 14 de abril de 2015 tuvo lugar la presentación de la guía sobre la Torre del Oro ‘Sevilla, Puerta de Indias’, a cargo Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Ruibérriz de Torres, director del Museo Naval, y Guiomar Romero, autora de la publicación.

‘Sevilla, Puerta de Indias’ es un proyecto sobre la historia de la Torre del Oro consistente en una investigación sobre los estudios realizados a nivel académico para poder elaborar un discurso expositivo permanente sobre la Torre del Oro. Dicha investigación proporcionará material documental suficiente para poder elaborar material específico de difusión y divulgación de los estudios realizados sobre la construcción, usos y restauraciones llevadas a cabo en la Torre del Oro.

El objetivo de este material de difusión será cubrir las necesidades informativas tanto de los miles de visitantes habituales de la Torre del Oro así como de los grupos escolares. Para ello, la publicación estará disponible para su libre descarga aquí y se facilitará al profesorado en el momento de la reserva del grupo de visite la Torre del Oro para que puedan trabajar y disfrutar de sus contenidos.

Antonio Pulido considera que “esta guía digital es un proyecto educativo y divulgativo más de nuestro compromiso por la formación y la educación. Para nosotros supone un impulso más y un proyecto del que nos sentimos orgullosos de poner al alcance de todos los que la visiten. Hace 11 años participamos en su restauración y ahora nos trae a colaborar nuevamente por su conservación, mantenimiento y visitas”, recordó Pulido.

La citada guía, de 42 páginas y 19 imágenes, algunas de ellas inéditas, es un programa sobre la Torre del Oro consistente en la investigación sobre los estudios realizados a nivel académico, para elaborar “un discurso expositivo y permanente sobre uno de los monumentos más significativos de la ciudad”, proporcionando así los instrumentos documentales para poder elaborar un material “específico de difusión y divulgación a través de los estudios realizados sobre la construcción, los usos y restauraciones llevadas a cabo en la torre”.

Por su parte, Ruibérriz de Torres, explicó que la Torre del Oro es “testigo mudo de muchos siglos importantes de Sevilla” y que los ciudadanos la ven como “un bien inmueble de la ciudad”, por lo que esta historia acumulada durante siglos, así como los mitos y leyendas sobre la torre, son las fuentes de donde “se ha sacado esta publicación digital”. “Lo más difícil ha sido sintetizar la ingente información que teníamos dentro de esta guía”, ha añadido. En 2014, según ha asegurado Ruibérriz de Torres, el monumento recibió 108.266 visitas, sin contar las visitas “masivas” de los lunes, que son gratis. Casi 8.500 eran grupos concertados, especialmente por colegios sevillanos.

Con respecto a su trabajo, la autora ha señalado que el resultado final es un trabajo de búsqueda de historiografía elaborado a lo largo de tres meses, a través de publicaciones y tesis doctorales entre otros. “Hay muchos periodos donde se habla mucho de la Torre del Oro y otros que no tanto”, ha explicado Romero. Igualmente, ha indicado que no ha querido entrar en polémicas sobre distintas investigaciones que se contradicen, puesto que esta publicación no es una revista especializada, sino algo divulgativo para qure todos los visitantes tengan conocimiento de la historia, su pasado y sus cambios históricos, explicar qué era, qué es y qué ha significado”. Como dato anecdótico, Pulido le ha preguntado sobre el origen del nombre de la torre, a lo que Romero ha indicado que es la traducción de su nombre almohade. “El origen del porqué los almohades se lo pusieron puede ser el color, por su revestimiento de cal, paja y arena así como su posición, que le dieran un color especial, pero no uso el calificativo de brillante ya que no había recubrimiento cerámico ni azulejería”, ha explicado la autora. “Su nombre sigue siendo el juego del misterio”, ha concluido la autora.

Exposición de Melchor Ortiz en la Casa de la Provincia




Con una visita guiada a los asistentes por parte de la comisaria de la muestra, Carla Carmona, se inauguró, en la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla (Pza del Triunfo, núm. 1), la exposición 'Melchor Ortiz: la pintura sumergida. Obra pictórica 1952-1991', que produce la Diputación de Sevilla, a través de su Área de Ciudadanía, Participación y Cultura.

Melchor Ortiz (Aznalcóllar, 1922 – Sevilla, 2007), aunque fue principalmente conocido como anticuario, estudió y completó la carrera de Bellas Artes en Sevilla y mantuvo durante toda su vida una relación muy estrecha con la pintura. En un contexto de sequía cultural y desinterés hacia las modernas corrientes de la creación plástica, fundó la Galería Melchor, que fue un importante foco de difusión y promoción del arte contemporáneo en la ciudad de Sevilla.

De su amplia y casi desconocida producción artística, se han escogido para la presente exposición un total de 37 obras de todas las etapas de su desarrollo pictórico que puede dividirse en tres etapas.

La exposición articula la obra de un autor prácticamente desconocido, partiendo de la idea unamuniana de que la historia auténtica es la de los ejecutantes silenciosos, que la entretejen diariamente con sus acciones cotidianas, y no la de los grandes acontecimientos, la de los héroes y sus dramas.

Se podrá ver en la Sala Provincia, hasta el próximo 24 de mayo. Melchor Ortiz, entre los años 50 y los 60, se dedicó a la figuración con toques claramente simbolistas. Una segunda etapa, de corte expresionista, se desarrolla entre los 70 y los 80, y puede valorarse como una travesía hacia la abstracción, que será el territorio propio de su producción de madurez, en un periodo que abarca desde finales de los 80 hasta los 90. En cierto modo, y al menos desde la década de los 70, Melchor estuvo siempre a la búsqueda de la abstracción, desde la naturaleza muerta y el paisaje. Su pintura puede entenderse como paradigma de un programa artístico porque la observación del conjunto de su obra muestra una lucha y una tensión continua entre el artista y su lenguaje, transgrediendo sus propias reglas, en el desarrollo de su práctica pictórica.

Con motivo de esta exposición se ha editado una publicación que, bajo su mismo título, recoge un ensayo de su comisaria Carla Carmona. En él se presenta la pintura de Melchor como parte de los cimientos invisibles de la ciudad; como reflejo de los gustos exquisitos de la gente humilde, trabajadora y de sus afanes de perfección, a la vez que fruto de un programa artístico, reflejo de la propia conciencia del autor. Melchor Ortiz nace en Aznalcóllar, Sevilla, en el año 1922. Estudia Bellas Artes en la Escuela Santa Isabel de Hungría, de Sevilla, y allí obtiene su título en 1951. Inicialmente monta un taller de artesanía del dorado, pero desarrollará principalmente su actividad profesional como anticuario. Fundó la galería de arte Melchor sita en el barrio de Santa Cruz. Paralelamente y durante más de cuarenta años se dedicó intensamente a la pintura. Falleció en Sevilla el día 1 de febrero de 2007.

Cita en Sevilla. Treinta años




Se vivían los primeros años de la década de los 80. Por el Ayuntamiento de Sevilla andaban Manuel del Valle Arévalo, alcalde, y Bernardo Bueno que llevaba Cultura. Miky Mata era el que manejaba los hilos de la actividad cultural entre bastidores, cosa que hacía muy bien gracias a su afición al arte de Talía. Y surgió la idea: Vamos a hacer un festival de música tan enorme y maravilloso que las futuras generaciones nos tomarán por locos. Y así fue.
Por Sevilla pasaron los mejores artistas y conjuntos del momento. No repito nombres porque toda esa información está plasmada en un estupendo libro y en una no menos estupenda exposición, ambos titulados “Cita en Sevilla” y que puede verse en las instalaciones de Cajasol.
Lo que más me apetece reseñar de aquel maravilloso invento fue la ilusión, empeño y entrega con que se hizo todo. Miky me contaba cómo los miembros del equipo se afanaban en transportar los materiales al lugar de actuación, colocaban las sillas en el auditorio, vendían las entradas… Era el impulso ilusionado de unos artistas que estrenaban democracia, libertad de programación y utilización de espacios públicos para expandir la cultura popular.
No cabe duda de que un invento de estas características podría repetirse en la actualidad y puede que así ocurra. Pero de lo que estoy totalmente seguro es que la ilusión, el empeño y la entrega, no iban a aflorar como afloraron hace cerca de medio siglo. Porque ahora ya somos otros. Estamos desengañados de muchas cosas y que las sillas las acarreen otros, aunque haya que pagarles.
Quiero con estos renglones rendir el justo homenaje que se merece aquel puñado de gente nueva que permitió a Sevilla ver en persona a sus ídolos del vinilo.
Y aunque hubiera que pagarle al de “Quidiello”, bueno sería repetir el invento. La cultura, nunca está de más, aunque a veces las ilusiones sean menos…
Usando una frase del gremio hostelero: ¡Oido, cocina!
                                                                        Joaquin ARBIDE

Pregón Taurino de Sánchez Dragó


El escritor Fernando Sánchez Dragó pronunció, el Domingo de Ramos el tradicional Pregón Taurino de Sevilla en el Teatro Lope de Vega con el que se abre la temporada taurina de Sevilla.

(EFE).- El escritor Fernando Sánchez Dragó ha rendido hoy un homenaje a la fiesta taurina y a la figura del matador, que, “cuando vence al toro -ha dicho-, nos enseña a vivir”, pero también a morir, si es el animal quien lo hace y el torero fallece “en la arena o en el hule”.

Un recorrido literario, personal y vital ha servido a Sánchez Dragó para pregonar la fiesta de los toros en el teatro Lope de Vega de Sevilla, un acto tradicional que organiza la Real Maestranza de Caballería en colaboración con el Ayuntamiento hispalense para dar el pistoletazo de salida oficial a la temporada taurina.

El escritor soriano, que ha sido presentado por el periodista Ignacio Camacho, ha destacado que la tauromaquia, como parte esencial de la historia, la cultura y la vida española, impregna “nuestro modo de hablar, de escribir, de pensar y hasta de existir”, ha asegurado.

Tras la interpretación del pasodoble “Suspiros de España” a cargo de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, el pregonero subió al escenario y se persignó al llegar al atril del Lope de Vega antes de “enfrentarse” al público que llenaba el teatro admitiendo que es un “un hombre descreído” y que hace más de cincuenta años que no se santiguaba.

“No hay, a mi juicio, suficientes palabras en el diccionario ni en todas las páginas escritas por todos los autores premiados con el Nobel para describir la belleza, la hondura, la emoción y la pedagogía, ética y estética de ese sacramento que es la corrida de toros”, ha subrayado el escritor, que citó a San Isidoro de Sevilla para definir la etimología de la palabra “afición”.

La evocación de la España negra de Jardiel Poncela, “los muertos siempre salen a hombros”, sirvió para arrancar las primeras sonrisas, pero el pregonero terminó de “meterse al público en el bolsillo” al recordar una conversación con Curro Romero en la que el camero admitió que sólo había montado una vez en metro y en la ciudad de Londres.

La anécdota sirvió para evocar la figura del Faraón de Camas y la definición que sobre él hizo el crítico taurino y escritor costumbrista Antonio Díaz Cañabate: “Viene pidiendo poetas”.

“No seré yo quien lo corrija. Va por usted, maestro, si estás en la sala. Y si no, también. Quien te hizo rompió el molde de la torería. Abril en Sevilla es menos abril desde que tú te fuiste”, ha proseguido al aludir al torero retirado hace unos años.

La narración de un accidentado pregón taurino en la plaza de Las Ventas -el único que había pronunciado antes- también arrancó carcajadas, pero Sánchez Dragó ha retomado un tono más serio, casi emocionado, para señalar: “Este pregón es un canto a la amistad, a la fraternidad y la bondad. Tres virtudes propias del toreo, de quienes lo practican y de quienes, como nosotros, gustan de él y con él que se emocionan”.

Y es que, para Dragó, la tauromaquia es, entre las Bellas Artes, “la de mayor rango, puesto que en su órbita giran todas las demás: la pintura, la escultura, la literatura, la música, el teatro, la danza e incluso la arquitectura”, a lo que ha añadido: “Además de arte es también escuela de valentía. Algo que los españoles siempre han apreciado”.

El escritor ha evocado un país, el de su infancia, “donde los niños jugábamos al toro”, algo que no hacen “los niños de ahora”, que “prefieren el fútbol, que será muchas cosas, pero desde luego no es arte ni valor”.

Tras evocar los primeros recuerdos taurinos de su niñez, unidos a la muerte de Manolete en 1947, ha retomado la idea de la ética del torero, que sobrepasa a las demás artes, “porque se juntan en él la representación de la realidad y la representación del ideal”.

Pero el pregonero se ha emocionado visiblemente al leer la columna que escribió tras la excursión realizada a la localidad francesa de Nimes para la triunfal encerrona de José Tomás el 16 de septiembre de 2012, un espectáculo que finalmente no pudo presenciar porque el nacimiento de su último hijo le obligó a tomar un avión de vuelta.